«LOS GIGANTES DE ECUADOR» | El impresionante hallazgo de supuestos ‘gigantes de 7 metros de altura’ encontrados en una pequeña villa de Ecuador

Los científicos que han analizado los restos óseos no logran explicar el increíble descubrimiento hallado en una pequeña villa de Changaimina (Ecuador)
Un increíble descubrimiento que trae en vilo a toda la población científica, y es que, se encontraron restos de antiguos gigantes de unos 7 metros de altura en una pequeña villa ecuatoriana en Changaimina, algo que hasta el momento, ha traído varias hipótesis…
El sacerdote Carlos Miguel Vaca Alvarado, nacido en 1912, en la ciudad ecuatoriana de Loja, mantuvo en su posesión varios de estos restos de gigantes. Los huesos fueron encontrados en este pequeño poblado a 755 kilómetros de Quito en Ecuador. Según se pudo saber, fue en 1965, cuando el padre Vaca exploró el terreno junto a unas 25 personas, en aquella exploración, lograron localizar los restos de un gigante de unos 7 metros de altura. En el lugar, también se rumoreaba de que había existido un cementerio de dioses.
Tras la muerte del hombre, algunos de los fragmentos óseos fueron enviados al Instituto Smithsoniano en Washington DC. para su análisis. Mientras que otros se pueden ver en el Parque Jungfrau de Suiza y en el museo particular del investigador paranormal de origen austriaco Klaus Dona.
Los investigadores relacionan este hallazgo con los testimonios que documentó el jesuita, antropólogo y naturalista español José de Acosta. Él desembarcó en la Isla Española del Archipiélago de las Galápagos en 1571. Junto con el jesuita ecuatoriano Juan de Velasco, un par de años después, ambos hablarían de gigantes en la zona de Ecuador.
En su Historia Antigua del Reyno de Quito, se destaca la siguiente cita: “Manta fue a principios de la era cristiana el teatro de la espantable raza de los gigantes”. Incluso detalló los tamaños espectaculares de esqueletos y huellas encontradas en las actuales Manabí, península de Santa Elena y en los territorios de los caranquis, de Imbabura.
Todos los testimonios corresponden al mismo lugar, Changaimina, donde también se lo denominó como “Ciudad Cementerio de los Dios”. Ahora los arqueólogos están más ansiosos que nunca en seguir investigando la zona para poder explicar este inusual hallazgo.
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